Había una mujer tan gorda, pero tan gorda, que cuando se caía de la cama, se caía de los dos lados.
Había una mujer tan gorda, pero tan gorda, que cuando se pesaba, la balanza decía: Continuará...
Había una mujer tan gorda, pero tan gorda, que cuando se caía de la cama, se caía de los dos lados.
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